martes, 22 de enero de 2013

Danzad, danzad... Negritos!


Todo el pueblo se acerca la plaza, porque después de la misa y la procesión viene el espectáculo, un espectáculo que demuestra que la expresión corporal y la danza son bienes ancestrales.

















Los negritos son cuatro parejas de hombres, engalanados con el traje regional y con la cara tiznada de negro. Les asiste y ayuda  en los bailes y los tragos un personaje hecho de color y burla, el palotero, y les acompaña, incansable, el tomborilero, único encargado de poner música a la fiesta.


Suena el tamboril y ¡comienza la danza!. 
A lo largo de un rato podremos disfrutar de siete bailes únicos, peculiares, sencillos y bellos a la vez. Siete bailes que hacen un recorrido por los aspectos esenciales de la vida de las personas, ya que en ellos pueden verse oficios, luchas, alegría, fuego, burla, compañerismo, y un sin fin de matices que hacen que no puedas perder la concentración. 

Y al final del todo, felicidad, reflejada en las caras de aquellos que se sienten orgullosos de continuar poniendo en valor  el legado de sus antepasados.
Si queréis disfrutar de la magia de esta fiesta, sólo tenéis que acercaros a Montehermoso por San Blas... está a la vuelta de la esquina...
¿danzamos?

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